Justicia Restaurativa, Practicas Restaurativas y Circulos de dialogo, técnicas de resolucion pacifica de conflictos, entérate!

 

Uno de mis trabajos es la formación y divulgación de la Justicia Restaurativa, Practicas Restaurativas y los circulos de dialogo, crear comunidades pacíficas que se sustenten en el dialogo como única herramienta de resolucion de conflictos o pre conflictos.

Se pueden crear escuelas basadas en este método, como tambien comunidades apoyadas en la reparación, solo tiene que surgir la voluntad política de llevarlas a cabo y acompañar este proceso que ya se dan en muchos países del mundo como Brasil, Inglaterra, Italia, Nueva Zelanda por nombrar algunos.

Si queres formarte en esta disciplina y tu comunidad lo necesitas, contactame a Luciana@mediacionyviolencia.com.ar

Explicación de que son los circulos y su función:

Los circulos restaurativos tienen su origen en la experimentación de Dominic Barter y diversas comunidades en favelas de Rio (Brasil). Tras años de experiencia y desarrollo del proceso de los círculos restaurativos, a partir del año 2000, Barter empezó a trabajar con escuelas y otras instituciones como por ejemplo el gobierno municipal de Rio, en un trabajo de mediacion entre los residentes de las favelas y la policía, así como entre bandas.

En 2005, los circulos restaurativos se presentaron en el Foro Social Mundial, que tuvo lugar en Porto Alegre (Brasil) (Wachtel, 2009). El Ministro de Justicia de Brasil, asistente a la presentación de Barter, le encargó que preparase a facilitadores de círculos restaurativos para dos proyectos piloto de justicia restaurativa en Sao Paulo y Porto Alegre.

Ámbitos en los que pueden aplicarse los Círculos Restaurativos
Ámbito Escolar
La escuela es un entorno privilegiado para la aplicación de las prácticas
restaurativas y, entre ellas, los círculos restaurativos. La escuela tiene como función formar personas. Debido a esta misión educativa, el tratamiento que damos a los actos contra la convivencia en la escuela debería servir para que quien comete estos actos tuviese la oportunidad de reflexionar sobre el daño que ha causado a otros y plantear acciones para restaurar las relaciones. Los conflictos aportan excelentes oportunidades, tanto para tomar conciencia de que existe una situación conflictiva del la que el conflicto es una señal, como para enseñar como afrontar los conflictos.
En la escuela tenemos conflictos entre alumnos, entre alumnos y profesores, entre profesores y entre los profesores y los padres. El conflicto forma parte de las relaciones entre las personas, y en un entorno tan rico en relaciones, es normal que el conflicto sea frecuente. Sin embargo, la escuela, como una institución más de nuestra sociedad, con frecuencia aplica criterios de justicia retributiva.
Los centros educativos suelen disponer de reglamentos de funcionamiento, con normas a las que se suelen asociar sanciones. Los alumnos reciben amonestaciones verbales y escritas y cuando éstas se repiten o alcanzan cierta gravedad, se incoan expedientes, con un juez instructor y garantías procesales.
De forma lenta pero progresiva, sistemas de resolución pacífica de conflictos, como por ejemplo la mediación entre iguales, van entrando en la escuela. Estos procedimientos suelen introducirse con la intención de que conduzcan a una cultura de paz. Para que este cambio en la forma de ver y tratar el conflicto desemboque en un cambio en la cultura en la forma de tratar los conflictos, creo que hará falta ir más
lejos. No basta con utilizar la mediación en algunos casos en que se perciben desavenencias. La escuela debe tender a variar la lente con la que se mira el conflicto. Para ello, creo que hay que hay que formar al profesorado para que aborden más situaciones de desacuerdo como conflictos y les den un tratamiento restaurativo.
He observado que para algunos profesores la mediación se entiende como una forma de repartir bienes o servicios (centrada más en la sustancia que en la relación), o bien de hablar las cosas, pero siempre en casos en que, a su juicio, no hay un culpable o no hay otros factores en juego. Así, cuando a juicio de estas personas hay una parte que tiene la razón o intervienen factores como el desinterés escolar, para ellos la mediación deja de tener sentido y hay que aplicar otras medidas.

Los círculos restaurativos en la comunidad
La justicia restaurativa puede ayudar a fomentar el uso de otra óptica, de una nueva forma de ver los conflictos y su abordaje. No se trata de dar o de quitar razones, sino de favorecer el diálogo, para que las partes puedan hablar, de modo que las razones de todos puedan ser oídas, con o sin la ayuda de facilitadores.
La formación en círculos restaurativos, en el contexto de un sistema que aplica prácticas restaurativas, puede conducir a que el profesorado sea más sensible al potencial restaurativo de situaciones que actualmente se resuelven de forma unilateral (arbitrajes, aplicación de la norma, sanciones), o simplemente son invisibles, no se ven como conflictos.
En centros de educación infantil y primaria, se podría ofrecer una formación general en prácticas restaurativas a todo el profesorado, así como al personal no docente que está en contacto con los niños y niñas. Un número más reducido de profesores podría recibir formación en facilitación de círculos restaurativos.

En esta formación podrían participar alumnos del último ciclo de primaria, así como algunos padres y madres de alumnos y personal no docente. En los centros de secundaria la participación del alumnado podría ser más nutrida.
Una forma de potenciar las prácticas restaurativas en el entorno educativo sería establecer jornadas periódicas en las que se anime a la comunidad educativa a presentar conflictos no resueltos con otros miembros de la comunidad, a fin de que su tratamiento redunde tanto en una mejora de las relaciones, como en una mayor conciencia de la existencia de conflictos que tendemos a evitar y dejar no resueltos,
al vez por miedo a afrontarlos. Creo que una iniciativa de este tipo ayudaría a desvelar muchos conflictos que nunca se hablan o de los que incluso una de las partes no es consciente de su existencia.
El planteamiento de justicia restaurativa en la escuela que encuentro más interesante, por el momento, es el enfoque sistémico que se está implantando en Hull, ya que no sólo se trabajan las prácticas restaurativas en la escuela, sino en todos los entornos posibles en los que se mueven los niños y jóvenes.
Trasladado a nuestro entorno, ello implicaría que nuestros niños y jóvenes puedan vivir en un entorno restaurativo no sólo en las clases y en el patio escolar, sino también en el comedor escolar, en las actividades extra-escolares, en los centros de tiempo libre, en los clubs deportivos y en sus tratos con la policía.
Un reto en el que en estos momentos empiezan a trabajar en Hull es el de las prácticas restaurativas con alumnos con discapacidades que afectan a la comunicación. Por un lado, alumnos con trastornos de lenguaje, con dificultades para la comprensión y/o la expresión lingüística. Por otro lado, alumnos con discapacidades psíquicas que afectan a su razonamiento o con trastornos del espectro autista, que tienen dificultades para tener una teoría de la mente y, por
tanto, empatía y capacidad para entender qué sienten otras personas.

Ámbito Penal
Los delitos del ámbito penal crean un temor que hace difícil la implantación generalizada de los Círculos Restaurativos. Por ello, puede ser bueno iniciar su aplicación progresiva en el ámbito penal juvenil, así como en algunos aspectos del ámbito penal general.
Como ya se ha descrito en un apartado anterior, existen zonas de Sao Paulo en las que cuando se detiene a un menor por un delito se pone en marcha un proceso de círculo restaurativo, previo (o alternativo) al envío del caso al juzgado. También se ha hecho referencia anteriormente a que en Australia fueron policías formados en diálogos de grupo familiar los que empezaron su aplicación. Creo que las prácticas restaurativas son procesos relativamente sencillos, que pueden ser aprendidos y
aplicados por ciudadanos comprometidos con la justicia restaurativa. Después de todo, se basan en favorecer nuestras habilidades naturales para el diálogo y el encuentro.

Otros ámbitos de aplicación
Las prácticas restaurativas, debido a que se fundamentan en la facilitación del diálogo y la comprensión entre las personas, pueden aplicarse en cualquier comunidad: la familia, la comunidad de propietarios, asociaciones de vecinos y asociaciones de diversa índole

Los círculos restaurativos en la comunidad
En la familia nuclear pueden ser útiles para tratar las desavenencias cotidianas. Ello puede requerir que la estructura del círculo se adapte a la edad y a las características particulares de la familia. En el artículo “3 pasos que transforman el conflicto entre hermanos en camaradería entre hermanos” (Shpungin, 2010), se presenta una versión abreviada de los círculos restaurativos, adaptada a sus hijos de 3 y 8 años, respectivamente. Para llevar a cabo estos micro-círculos, de unos 6-
10 minutos, sigue los siguientes pasos:
Creación de un espacio en el que se puede hablar. Antes de que el conflicto
escale, hacer un aparte, respirar profundamente para calmarse un poco.
Comprensión mutua. Los niños se turnan para contestar a las preguntas:
o ¿Qué quieres que X sepa?
o ¿Qué has entendido?
o ¿Era eso [lo que querías decir]? ¿Quieres decir algo más?
Plan de acción. Una vez los dos se han sentido escuchados, les pedimos que
ellos aporten ideas para resolver el problema:
o ¿Alguien tiene ideas para resolver este problema? [Se escucha una
propuesta]
o ¿Te parece bien lo que dice?
En las familias con hijos adolescentes, se producen con frecuencia conflictos que
suelen llegar a la consulta del psicólogo y que en algunos casos se podrían tratar
por medio de los círculos restaurativos.
Las familias extensas son otra comunidad en la que con frecuencia se dan conflictos que tienden a resolverse por la vía de la evitación: al no darse una convivencia más allá de las celebraciones familiares, resulta sencillo ignorarse e ignorar el conflicto.
Sin embargo, ello puede ser a costa de una disminución significativa del bienestar de las personas en conflicto.
Por ejemplo, una mujer joven con varios hijos y que tiene conflictos con su suegra, queda viuda. El conflicto, que hasta ese momento se había tratado evitando al máximo el contacto, estalla: la mujer se queja de que la familia del marido apenas tiene contacto con ella ni con los hijos, pero a su vez dificulta al máximo el contacto, con lo que se auto-cumple su profecía de que ellos “van a lo suyo”.

 

Fuente:http://hazitzen.comunicacionycreatividad.com/justicia_practicas_%20restaurativas.pdf

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