Círculos de diálogos en las escuelas y la comuniad

Círculos de Diálogo y la regeneración comunitaria

 

La posibilidad de una comunicación donde los humanos podamos convivir, crear espacios de calidad para nuestra labor, para nuestro hacer y vivir, es una cualidad fundamental a cultivar dentro de los colectivos, de las familias y de las organizaciones. La posibilidad de la colaboración y la creatividad están también asentadas en esta calidad de comunicación. Asumimos que las habilidades y competencias para la comunicación están dadas y se practican en cada oportunidad. Sin embargo basta reflexionar y observar de forma pausada respecto de nuestra vida cotidiana, para darnos cuenta de cuán problemática y conflictiva es la comunicación. Por otra parte es importante reconocer que el aprendizaje, la comprensión, la indagación, la investigación, etcétera, es decir los procesos del pensamiento, son procesos que viven en la totalidad de lo que somos como seres humanos (nuestras emociones, creencias, historia personal, etcétera). Esto nos evidencia que no existe tal cosa como pensar “y ya”, separado de sentir, de recordar, de temer, de sentir rechazo, etcétera, es decir de la articulación de lo que somos y estamos siendo como seres humanos. Si nuestro vivir y pensar es un proceso específico e integral que depende de cómo están ocurriendo nuestros principales ámbitos como seres humanos, entonces resulta esencial cuidar y atender la calidad de dicho ámbitos. Por lo que el cuidado y el cultivo de la calidad de nuestro ser humano resultan vitales para un bienvivir, bienpensar y bienactuar, es decir están co-determinados por la calidad de nuestra atenciónhacia los procesos de nuestro vivir en el proceso del pensar (pensar-en-el-proceso-de-vivir-que-es-pensar-que-es-vivir).

El Diálogo Profundo, o sencillamente el Diálogo (en una dimensión cuidadosa y conciente), o más propiamente dicho, el cultivo de las habilidades y la práctica del diálogo, constituye una herramienta de gran valor para cultivar y desarrollar la capacidad de comunicarse y pensar, personal y colectivamente. La intención dentro de un proceso conciente de diálogo es atender desde el cuidado personal y colectivo, las condiciones humanas para que el proceso reflexivo y comunicativo pueda tener lugar desde una apertura y conciencia de lo que estamos siendo como parte del proceso comunicativo. Así el trabajo del diálogo se facilita de forma que las y los participantes se encuentran atendiendo sus procesos personales y al mismo tiempo participando en el intercambio y enriquecimiento de experiencias, reflexiones, ideas, nociones, sentimientos, etcétera. Es decir, tomando en cuenta las condiciones humanas profundas e integrales que participan en los procesos del pensamiento y la comunicación.

Por lo que en el presente manual-experiencial para facilitadores de círculos de diálogo, pretendemos compartir con las y los lectores un cúmulo de experiencias y reflexiones que creemos pueden ser valiosas para coadyuvar a quienes se desean aventurar en la travesía de animar y acompañar los esfuerzos de las personas y sus colectivos por el camino del diálogo profundo.

http://dialogoscomunitarios.wordpress.com/

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