Educacion: Practicas restaurativas en las escuelas, nueva forma efectiva y reparadora de aplicar disciplina positiva

La experiencia de la Justicia Restaurativa en escuelas

La justicia restaurativa en la escuela busca reparar el daño que los problemas, agresiones y conflictos causan en las personas y en las relaciones a través de que se asuman responsabilidades y se reconozcan los errores más que culpando o castigando, y para que este tipo de manejo tenga los efectos educativos que se esperan es necesario que las familias integrantes de la comunidad educativa tenga en su fuero privado prácticas disciplinarias similares que procuren el logro de autonomía.
En este sentido existen algunas claves para la construcción de una comunidad educativa que asume la restauración como un proceso continuo:
1. Desarrollar mentes y corazones restauradores, inculcar sus principios y
filosofía
2. Manejar las situaciones en casa y escuela con base en el diálogo
restaurativo (indagando por las causas de los problemas, manteniéndose
firme en las normas y reglas, y brindando apoyo emocional)
3. Generar prácticas para el manejo de los conflictos que sean fieles a los
principios restaurativos (círculos de discusión, mediación, entre otras)
4. Involucrar a otras personas, cuando la situación lo amerite, en reuniones
restaurativas (grupo de estudiantes del curso, padres de familia, maestros,
etc.)
5. Construcción de comunidad capaz de resolver problemas (diseño de un
programa de capacitación continua que involucre a toda la comunidad
educativa)

La práctica de la justicia restaurativa en las escuelas se basa en principios y prácticas que buscan ante todo hacer del manejo de los conflictos una situación de aprendizaje para toda la comunidad educativa. A diferencia de lo que comúnmente esperamos del manejo de situaciones problema, una institución educativa con filosofía restaurativa no se guía exclusivamente por parámetros estandarizados de sanciones para el manejo de los casos, todo lo contrario, entiende la dimensión humana de cada caso y brinda a las personas implicadas el espacio para transformar
el conflicto y salir fortalecidas en valores y con habilidades para enfrentar nuevos retos.

Según Belinda Hopkins, cuando en una escuela se habla de justicia restaurativa se propone a la base de todas las relaciones en ella una filosofía y una ética de la restauración, sobre esta base se soportan habilidades para el manejo de los conflictos y con estos dos elementos se puede enfrentar el manejo de los procesos.

En primera instancia, la base del trabajo restaurativo en la escuela está cifrado en una Filosofía y Ética cuyos valores son:

1. Respeto
2. Inclusión y sentido de comunidad
3. Responsabilidad
4. Compromiso con las relaciones
5. Imparcialidad
6. No juzgar
7. Apoyar emocionalmente
8. Colaborar y
9. Emponderar

De otra parte, las habilidades que con base en esta filosofía se desarrollan para la aplicación de la justicia restaurativa en la escuela están basadas en la escucha activa que se centra en establecer comunicaciones en las que el principal objetivo es escuchar y comprender al otro antes que expresar las ideas u opiniones propias, y para ello es necesario apartar los juicios o prejuicios que se tienen a priori, centrarse en lo que la otra persona dice, tratando de identificar las ideas principales, las emociones que las acompañan y asegurándose de su comprensión a través de oraciones cortas que parafrasean lo principal de lo que ha expresado. Solamente cuando es claro que se ha comprendido lo dicho por la otra persona se procede a expresar las ideas propias.

Este tipo de escucha busca fundamentalmente:
1. Facilitar el diálogo para resolver problemas
2. Expresar emociones para buscar empoderar y llevar a tomar responsabilidades. Y el tercer elemento, es el manejo de los procesos. Es importante resaltar que una de las principales características de la Justicia Restaurativa es que no existe un modelo único para su aplicación, por ello es posible encontrar gran variedad de prácticas restaurativas y de formas de aplicación pues cada comunidad o institución educativa puede hacer un diseño particular, eso sí, el denominador común es:

PROCESOS Y HABILIDADES
Escucha activa para:
•Facilitar el diálogo y resolver problemas
•Expresar emociones, emponderar y tomar responsabilidad

FILOSOFÍA Y ÉTICA
Valores: Respeto, inclusión, responsabilidad, compromiso con las relaciones, imparcialidad, no juzgar, apoyar emocionalmente, emponderar y colaborar, siempre el respeto por los principios y valores de la justicia restaurativa. Sin embargo, algunos autores sugieren para el desarrollo de procesos en contextos educativos seguir el esquema de preguntas como las que a continuación se presentan:

1. ¿Qué pasó?
2. ¿Qué hizo?
3. ¿Cómo se sintió en ese momento? y ¿ahora?
4. ¿Quiénes se vieron afectados/as?
5. ¿Quién más se vio afectado?
6. ¿Qué necesidades cree que tienen las personas afectadas?
7. ¿Cómo pueden las personas involucradas buscar una salida adecuada?
8. ¿Cómo pueden hacer que todo sea diferente en el futuro?

Tomando en consideración lo expuesto anteriormente, en relación con los principios, los valores y las habilidades para la aplicación de la justicia restaurativa en contextos escolares es necesario distinguir tres niveles:

Primer Nivel: tiene un enfoque preventivo, busca desarrollar habilidades para la resolución de conflictos basadas en los valores y principios de la justicia restaurativa en todas las personas integrantes de la comunidad educativa. Así, en la medida en que se profundiza en este nivel cada vez más las personas al interior de la comunidad tendrán las herramientas para afrontar los problemas con perspectiva restaurativa. Este nivel debe ser abordado tanto en las familias como en el contexto escolar, y se focaliza en reafirmar las relaciones.

Segundo Nivel: está dirigido sobre todo a grupos al interior de la institución educativa. Busca desarrollar habilidades para intervenir en algunos casos cuando los problemas o conflictos involucran grupos o afectan directamente a los mismos. Este nivel implica la utilización de personas que faciliten el acercamiento. En estos casos la práctica de círculos de discusión es una excelente herramienta. El foco de este nivel está en la recomposición de las relaciones rotas o fracturadas por efecto del conflicto.

Tercer Nivel: este nivel involucra la participación de un grupo más amplio de personas incluyendo padres de familia, integrantes de otras secciones de la institución e incluso otro tipo de personas o autoridades fuera de la comunidad educativa, ello lo marca la gravedad del caso. Para su desarrollo pueden ser usadas herramientas como los círculos familiares. El foco de este nivel está en reparar y reconstruir relaciones.

 

Fuente: http://justiciarestaurativa.org/ – Diana Britto Ruiz

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