Bullying: Ayudemos a nuestros docentes

En la  clase los sobrenombres vuelan con rapidez entre un grupo y otros. El mismo niño de siempre está en su rincón y apenas responde a las burlas dirigidas a él. «Son cosas de niños», dirás, pero percibes que hay cierta carga agresiva. ¿Interfieres en las agresiones físicas o verbales, cuando ves a los niños adoptar papeles de hostigadores y hostigados? O ¿tomas conciencia de que estas conductas pueden, en su caso extremo, conducir al suicidio ?

Seguramente, has oído hablar del fenómeno “bullying” o “acoso escolar”. Algunos expertos aconsejan a los profesores, a tomar ciertas medidas al respecto, para que el aprendizaje de sus alumnos no tenga interferencias tan dañinas para la vida de ellos mismos.

Como maestro, muchas veces te habrás sentido impotente de ser testigo de este abuso de poder –metódico y sistemático, dirigido siempre a la misma persona- que ejerce el “más fuerte” sobre el “más débil”. Pero te invitamos a no ser pasivo, sino a ser un árbitro, facilitador o mediador comprometido con la formación de tus alumnos. Son técnicas que se aprenden y puedes pedirlas para el colegio en el que trabajas.

Es cierto que no siempre se tienen las herramientas claras para intervenir. La psicóloga Lorena Bravo dice que, si bien muchos docentes reconocen que han observado cómo un alumno ridiculiza a otro; han presenciado robos, destrozos de material de algún alumno, e incluso faltas graves de respeto hacia los mismos maestros; con interrupciones en sus clases, risotadas, etc. El punto está en cómo resolver la encrucijada.

“Cuando un profesor intuye lo que sucede en su clase, se encuentra, muchas veces, sin los mecanismos claros  para que pueda intervenir. Existe poco margen de actuación y, sobre todo, no cuentan con las técnicas para resolver el problema”, aclara la psicóloga.

Para detectar el bullying en el colegio, aquí algunos tópicos a considerar:

  • CARACTERÍSTICAS DEL ALUMNO HOSTIGADOR: Existen factores de riesgo de tipo individual, como ausencia de empatía, baja autoestima, impulsividad, fracaso escolar, consumo de alcohol y drogas. Éstos podrían provocar en algunos menores mayor probabilidad de llevar a cabo conductas agresivas y de matonaje en las salas de clases.

  • CARACTERÍSTICAS DEL ALUMNO HOSTIGADO: Podría manifestar conductas como volverse retraído, callar, estar aterrorizado, presentar frecuentemente dolores de estómago, de cabeza, irritabilidad, falta de apetito, y otros signos parecidos sin saber por qué.

¿QUÉ HACER?

Dar responsabilidades al agresor:

Muchos niños que HOSTIGAN a otros, a veces se sienten inútiles fuera del colegio, y al reprender severamente y castigar frente a todo el curso, el MAESTRO podría empeorar la situación. Habitualmente los matones están muy enojados pero no necesariamente con su hostigado. Están molestos con las situaciones en que no tienen poder y se sienten inútiles. Por lo mismo hay que tratar de entender qué es lo que hace que el niño se sienta enojado.

Hacer que los agresores tengan la posibilidad de reparar el daño:

Cuando un niño ha hecho algo cruel debe tener la certeza de que tendrá la posibilidad de reparar su ofensa, de esta manera, el hostigador aprende que en la vida podemos cometer errores. La gran diferencia entre una persona sana y otra enferma radica en la posibilidad de reparar. De ahí, la tan consabida frase de que «todos nos merecemos una segunda oportunidad». El perdón es sanador, por eso es tan importante en la escuela usar la mediación restaurativa juvenil.

Ayudar a que los niños aprendan a ser empáticos:

Es común que los niños en edad escolar sean un tanto crueles, no obstante, esta característica debería irse modificando con el paso del tiempo. Para ello, es importante que constantemente se haga el  ejercicio de ponerse en el lugar de los otros frente a diversas situaciones. Es bueno, por ejemplo, preguntarles ¿qué crees que estará sintiendo Juanito con eso que ocurrió?, ¿tendrá pena?, ¿rabia?, ¿miedo?, etc.

Enseñar a tus alumnos a trabajar en equipo:

Si los niños aprenden a trabajar en equipo desde pequeños, se sienten con mayor capacidad para dar su opinión, intervenir, y decirle NO a los ataques, tanto en contra de él mismo, como de algún compañero.

Y tú ¿qué crees que puedes hacer? ¿Sientes que las familias de tus alumnos te apoyan? Dos lectores  agregan otros consejos:

Sergio apela a la disciplina en la educación. “Los docentes y directivos deben ser líderes, con presencia más activa y enérgica en sus colegios. Creo que deben ser el apoyo permanente para los profesores de aula, tienen que ayudar a resolver en forma rápida cualquier desorden causado en las aulas. Hacer seguimiento a los alumnos irregulares y ayudarlos con sus padres o algún miembro de su familia, de manera de encausar a los alumnos problemáticos».

Marcela, en tanto, estima que la época en que vivimos contribuye a que exista el bullying estudiantil. “Nos hace un caldo de cultivo para que este flagelo se dé en nuestras escuelas. La familia se desentiende y la escuela poco puede hacer cuando en casa, la dinámica de trato es la violencia. Los padres cuando son llamados, sólo saben juzgar y condenar, pero jamás, se ponen la mano en el corazón y dicen: «he fallado». Cuando cada uno de los actores de la educación asumamos honradamente nuestros roles formadores, volveremos a tener alumnos que respeten al resto”.

Preparemos estrategias junto a la comunidad escolar, para que podamos prevenir el bullying.  Comunícate conmigo o deja tu testimonio. Estoy luchando por una ley de bullying en la Argentina.

Fuente: EducarChile

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2 Responses so far.

  1. Virginia dice:

    Hola, luego de leer el artículo estoy de acuerdo con lo que plantea Marcela sobre la actitud de muchos padres. Por supuesto que ellos también necesitan apoyo.
    Considero que el bulliyng es responsabilidad de TODOS.

  2. PACO dice:

    QUIEN NOS DEFIENDE CUANDO EL AGRESOR ES EL DOCENTE CON LA COMPLICIDAD Y EL CONSENTIMIENTO DE TODO EL COLEGIO………………….

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